CONCEPTO
DE SOCIOMETRÍA
La palabra
Sociometría procede de los términos latinos socius: compañero,
social, y metrum: medida; de donde viene su sentido
general, que es el de medida social , medida de las
relaciones sociales entre los miembros de un grupo. Su
iniciador, Jacob Levy Moreno, la define como el
estudio de la evolución de los grupos y de la posición que en ellos ocupan los
individuos, prescindiendo del problema de la estructura interna de cada
individuo. Es decir, que la acepción de medida se toma,
estrictamente, en sentido cuantitativo; nos facilita información sobre el
número de elecciones o rechazos que un sujeto recibe y, por tanto, sobre su
posición en el grupo de alumnos, pero sin ofrecernos datos relativos a las
causas motivadoras de las decisiones tomadas por los sujetos en cuanto a sus
preferencias o repulsas. Estas causas se averiguarán, posteriormente, a través
de la aplicación al grupo estudiado de distintas técnicas cualitativas de
investigación educativa, tales como la entrevista, la observación,
cuestionario, psicodrama, estudio de casos, etc. También pueden utilizarse
diferentes tipos de tests (de inteligencia, de adaptación, de personalidad...)
o pruebas objetivas que resulten necesarios para localizar los datos
convenientes.
Como ya
sabemos, la sociedad forma grupos que se configuran respondiendo a una serie de
condicionantes, ya sean externos o internos: edad, lengua, clase social,
aficiones, raza, religión, centro educativo, afinidades caracterialógicas,
ideología, etc. Estos factores, condiciones sociales y psicofisicas de los
miembros integrantes, configuran de una determinada manera los grupos humanos.
La escuela, como microsociedad, también se estructura de un modo concreto. Los
alumnos sienten entre sí afinidades y rechazos, normalmente por simpatías o
antipatías debidas a cualquiera de los factores antes citados, o a otros
diferentes. Esta dinámica interna de relación interpersonal y es-pontánea en
cada grupo es la que conoceremos a través del test sociométrico, al margen de
la estructura que podríamos denominar «convencional» de la escuela.
Por tanto, la Sociometría nos facilita técnicas apropiadas
para estudiar con exactitud y representar gráficamente los
vínculos existentes en grupos no muy amplios.
OBJETIVOS DE LA SOCIOMETRÍA
La Sociometría
persigue un fin en el campo de la educación: el conocimiento de la
estructura social interna del grupo de alumnos. Pero este fin
sólo se conseguirá, como en cualquier otro caso, mediante la
adquisición de unos datos concretos que, en su conjunto, facilitan la visión
global que se pretende. Datos cuya obtención constituye el objetivo primero de
la aplicación del test sociométrico.
Así,
los objetivos de la Sociometría educativa pueden concretarse en los siguientes:
- Conocer
el nivel de aceptación que un alumno posee en su grupo.
- Obtener el grado de cohesión entre los
elementos del grupo-clase: si están bien integrados o si, por el
contrario, se organizan en grupos aislados unos de otros.
- Localizar
a los alumnos especialmente rechazados por los demás.
- Localizar las estrellas o líderes en el
grupo, que puedan servir como aglutinantes del resto de los componentes.
- Localizar
los sujetos aislados, que no registran elecciones de ningún
tipo. Se observará su mayor o menor grado de integración relacionándolos
con las elecciones o rechazos que ellos manifiestan.
- Comprobar
las consecuencias que la incorporación de nuevos sujetos
tienen en ese grupo.
- Observar el grado de aceptación social que
puede tener un niño «muy estudioso» entre sus compañeros, no descuidando
otros factores que influyan en su elección o rechazo. Determinar
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la influencia que tienen algunos factores
característicos (sexo, edad...) en las elecciones o rechazos de los miembros.
- Analizar
la repercusión que un líder o estrella tiene en el grupo.
- Aplicar los datos obtenidos a la utilización de una adecuada
metodología de trabajo en el aula.
Una vez
conseguidos estos datos a través del test sociométrico y del
estudio detenido del sociograma y psicograma resultantes,
se tendrá la posibilidad, por una parte, de actuar sobre el grupo
de manera efectiva y eficaz, con el fin de mejorar la relación social entre sus
miembros, de lograr una fuerte cohesión en su estructura global; por otra, de
ejercitar acciones dirigidas al grupo, pero con repercusión directísima en cada
persona integrante del mismo, pues al producirse un desarrollo más completo de
las personalidades individuales, se enriquecerá más con el trato estable y
abierto hacia los demás.
Las técnicas de dinámica de grupos, por otro lado, ayudarán a
ejercer esa necesaria acción posterior que, prácticamente, será necesario
llevar a cabo en todos los casos.
UTILIDAD PEDAGÓGICA DE LA SOCIOMETRÍA
De forma sintética, algunas de las aplicaciones concretas para
las que el profesorado puede encontrar gran apoyo con el empleo de las técnicas
sociométricas en el aula:
•
Ante
la existencia de elementos aislados en el grupo, no elegidos por
nadie, habrá que procurar que los demás les presten atención, los conozcan más
profundamente. Para ello, puede ser una solución integrarlos en un grupo de
trabajo donde esté el compañero que ellos eligen como preferido para estudiar.
•
Si
el grupo-clase se encuentra dividido en subgrupos, será
conveniente hablar con los líderes de cada subgrupo para hacerles ver la
importancia de su buena relación mutua, de modo que pueda producirse la
integración total del grupo mediante ellos. Hacerles partícipes de esta
responsabilidad suele ser un buen aliciente para que cambien su actitud
positivamente. Darles a conocer el beneficio que puede derivarse para
determinados compañeros es una fuerte motivación para su conducta.
•
Cuando
exista un alumno o alumna rechazados por la mayoría de los
miembros, será necesario examinar las causas que provocan esta marginación (en
algunos casos, previsible y en otros no). Habitualmente se presentarán unas
motivaciones claras, externas o internas, que explicarán la reacción de los
compañeros. Evidentemente, la primera acción es procurar eliminar en el sujeto
afectado (y siempre que sea posible) las causas que ocasionan esta postura
antisocial, a través de todos los medios disponibles y con la intervención de
los especialistas precisos (médico, orientador, asistente social, otros
profesores, etc. ), según la importancia del caso planteado y los diferentes
aspectos implicados. Es indudable que también hay que trabajar en el grupo para
que colabore en la aceptación del sujeto, explicando claramente la postura
adoptada e intentando superar la situación en el más breve plazo de tiempo
posible. Cuanto antes se logre, menos dañada resultará la personalidad y
evolución normal del alumno afectado.
•
Para
la determinación de estrategias metodológicas en el aula,
especialmente en los momentos previstos para el trabajo en grupos operativos a
lo largo del desarrollo de una unidad didáctica, será un dato valioso el de la
estructura social del grupo en su conjunto. Se procurará, en principio, que los
grupos de trabajo se ajusten a los grupos aparecidos espontáneamente, en
función de las preferencias manifestadas por el alumnado. Darán un resultado
óptimo, siempre que la clase esté bien integrada y sin problemas especiales.
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Cuando
haya algún sujeto con dificultades de integración, el conocimiento estructural
del grupo servirá para incorporarlo con los compañeros que más le puedan
motivar y con los que él se encuentre más compenetrado, tanto para el estudio
como para el juego o cualquier otro tipo de actividad. Resultará, así, más
fácil romper el aislamiento.
•
Una
de las necesidades psíquicas básicas que toda persona debe tener satisfecha es
la de su aceptación por parte de los grupos sociales donde se
desenvuelve. Y uno de ellos, impor-tantísimo para la socialización del niño por
integrarse en él en las primeras etapas de su vida, es el centro escolar. El
grupo-clase, por tanto, debe ser utilizado, bien utilizado, por el profesor
para conseguir este ambiente afectivo agradable, de apoyo al individuo, con el
cual satisfaga la necesidad aludida. La base para una actuación fecunda en este
aspecto, como se supone claramente, es un previo conocimiento de la estructura
social del grupo, fácilmente alcanzada por medio del test sociométrico.
•
Conseguido
un clima social integrado dentro del grupo-clase, repercutirá
favorablemente en la evolución de cada individuo. Esto es, lo previsible es que
se obtengan mayores rendimientos en cualquier faceta de la educación: máximo
aprovechamiento de las aptitudes particulares, mayor nivel de estudio,
actitudes favorables hacia los compañeros y los profesores, colaboración
efectiva entre todos los miembros para lograr objetivos comunes, etc.
•
En
un diagnóstico inicial, durante el proceso de enseñanza y aprendizaje y en la
reflexión final sobre los resultados alcanzados, se hace imprescindible
disponer de datos relativos a la sociabilidad de la persona, pues
es uno de los componentes de la personalidad decisivos para la
vida. Una evaluación formativa no debe dejar sin valorar aspectos cualitativos
de la educación, aunque resulten más difíciles de objetivar, ya que dejaría sin
evaluar lo que realmente constituye la esencia de la educación: las actitudes,
limitándose a medir lo que siempre ha resultado más sencillo: los contenidos
conceptuales adquiridos en la enseñanza.
LIMITACIONES DE LA SOCIOMETRÍA
No obstante
las ventajas que se vienen comentando hasta ahora, el test sociométrico (como
cualquier otro test) presenta unas limitaciones y, como consecuencia, deja
sin conocer algunas facetas de la personalidad social del
alumnado. Ya hemos dicho que los datos que se obtienen son de
tipo cuantitativo; por ello, no manifiestan en absoluto la profundidad de los
sentimientos expresados por los sujetos, ni garantizan la verdad total de las
respuestas. Tampoco nos hablan de las relaciones que
mantienen los alumnos en ambientes extraescolares, quiénes son sus
verdaderos amigos fuera del centro (con los que, quizá, mantenga
una amistad más profunda que con los compañeros de clase), o cuál es la
conducta social que desarrolla internamente, dato independiente de sus
simpatías o antipatías por un compañero determinado.
Estos datos
complementarios, cualitativos, deberán hallarse posteriormente mediante la
observación, entrevistas u otras técnicas descriptivas ya
citadas, sobre todo con los alumnos que presenten algún problema de
socialización. Pero esto constituye una segunda fase, que se llevará a cabo
después del estudio del sociograma y de las implicaciones que de él se
deduzcan.
Por otra
parte, las preferencias de los niños cambian con facilidad, sobre
todo en épocas de maduración progresiva como son las típicamente educativas,
por lo cual el sociograma de un grupo-clase no siempre es el mismo: varía con
el paso del tiempo, a la vez que cada uno de sus miembros va evolucionando, va
desarrollando sus facultades de todo tipo. Aunque la estructura general no
pierda cohesión, si se modificarán las posiciones de sus elementos. Para
localizar y tener al día el conocimiento social del grupo se aplicará el test
sociométrico en distintos momentos del curso (aunque no sean demasiados: una
vez al trimestre puede resultar adecuado) y a lo largo de la escolari-dad del
alumno, en todos los cursos por los que pasa. El objeto de este seguimiento es
el que se
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señalaba al
citar la evaluación formativa: detectar los problemas en cuanto surgen y poner
remedio cuando todavía es posible resolver complejas situaciones de relación
que puedan aparecer.
EL TEST SOCIOMÉTRICO
El modo de
aplicación consiste en repartir el impreso entre el alumnado de cada curso,
explicar la forma en que deben contestarse las preguntas y asegurar la
confidencialidad de las respuestas, ya que a la hora de construir el sociograma
no van a aparecer los nombres de cada uno, sino un simple número, no
identificable, que el profesor asignará a cada alumno.
Nombre y apellidos:
|
Número:
|
........................
|
|
...........................................................................
|
|||
Edad:
........................................................................
|
Curso:
|
Fecha:
|
PREGUNTAS
1. Escribe el nombre y apellidos del/de la compañero/a con quien
te gustaría estar sentado/a en clase.
2. ¿Porqué?
....................................................................................
3.
Para
jugar, ir de excursión, etc., ¿a quién prefieres de tus compañeros y
compañeras? Escribe su nombre.
4. ¿Porqué?
....................................................................................
5. ¿Con quién no te gustaría estar sentado/a
en clase, ni jugar, por serte menos simpático/a? Escribe su nombre.
SIMBOLOGIA SOCIOMÉTRICA
Una vez
obtenidas las contestaciones, se anotan las respuestas en la tabla
sociométrica. La tabla sociométrica consiste en un cuadro de doble
entrada, con tantos espacios como alumnos haya en cada grupo-clase. Se numera a
éstos, para no hacer figurar los nombres y poder manejar ante cualquiera la
tabla y el sociograma posterior, y se sitúan en sentido vertical y horizontal.
Verticalmente, en el lateral, se coloca a los electores, y arriba,
horizontalmente, a los elegidos. Como es lógico, se necesita una tabla para
cada pregunta; es decir, una para las respuestas obtenidas a la pregunta 1,
otra para las de la pregunta 3 y una tercera para las de la pregunta 5. De cada
tabla se derivará, después, el sociograma y psicograma
correspondientes. La forma concreta de anotar las respuestas
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es elemental: si el número 1 elige al 4,
se señalará con una cruz o cualquier otro signo el cuadro en que coinciden,
exactamente, 1 horizontal. Así, se van reflejando todas las contestaciones, hasta
completar todos los datos obtenidos en la aplicación del test. Después, se
suman los signos encontrados en cada sujeto y se anotan en la parte inferior de
la tabla, y se tendrán las elecciones o rechazos acumulados por cada individuo,
dato interesante para plasmar en el psicograma.
Una vez
recogidos todos los datos en la tabla se pasa a representar gráficamente
las elecciones o rechazos puestos de manifiesto en el sociograma,
donde se verá clarísimamente y sin dificultad la estructura
social interna del grupo-clase. Para hacer esta representación se utilizan unos
símbolos universalmente aceptados.
Niña
|
Niño
|
|
Elección
|
Rechazo
|
|
Elección o rechazo mutuo
|
||
Elección
o rechazo hacia alumnos diferentes
5
La manera práctica de construirlo es ir señalando cada
elección, uniendo los círculos o triángulos con la flecha correspondiente. Por
ejemplo, si la niña número 2 elige al niño número 7.
Éstos, a su
vez, se elegirán entre sí o a otras compañeras o compañeros diferentes; así se
irán enlazando unos símbolos con otros, hasta llegar a la representación
gráfica completa de las relaciones existentes en el grupo y que compondrán el
sociograma del mismo. Las formas más características que suelen aparecer son:
estrella, triángulo, cadena, cuadrado.
Por fin, el
psicograma resulta útil para poner de manifiesto el grado o nivel de aceptación
que tiene cada sujeto dentro de su grupo. No se refleja quién le ha elegido,
pero sí el número de elecciones que ha recibido y su posición, en el grupo, con
respecto a los demás compañeros: aparecen claramente los que no tienen ninguna
elección, los que tienen una, dos, tres, etc. Consiste el psicograma, por
tanto, en una serie de círculos concéntricos (todos los que sean necesarios) en
los que se vuelcan los datos de una tabla sociométrica determinada. El círculo
más próximo al centro será donde aparezcan los sujetos con mayor número de
elecciones recibidas, que en cada tabla puede ser diferente (por ejemplo,
cuatro); en el siguiente, saliendo hacia los exteriores, se situarán los
sujetos que hayan recibido tres elecciones; en el que sigue, los de dos; a
continuación, los de una y en el más externo (el más amplio) los que no han
recibido ninguna. El número de elecciones acumuladas por cada niño lo
facilitará la tabla sociométrica, como ya quedó comentado en el apartado de la
misma. Así pues, un alumno estará tanto más integrado, más aceptado en general,
cuanto más central resulte su
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posición en el psicograma. Cuando se
represente un psicograma de rechazos, las personas que ocupen las posiciones
centrales serán las más rechazadas; es decir, que su interpretación será de
modo inverso al comentado antes.
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